En mi review de
Terminator: La Salvación dije que parecía una parodia de las películas de robots… que ingenuo fui. Esas palabras hoy solamente podrían salir de la boca de alguien que no ha visto la última joyita de Michael Bay.
Transformers: La Venganza de los Caídos está más cerca de ser una versión live action de
Futurama que otra cosa…
En serio, la película tiene fallas y estupideces a baldes, pero el premio mayor son las ridiculeces en el diseño y actitud de los robots. Ya habíamos visto un poco de esto en la primera entrega, pero a Miguelito Bay no le tiembla el pulso a la hora de levantar la apuesta. Los viejos robogremlins y el robomeo son superados por una nueva serie de locura cybertonica. Y como sé que lo van a dudar, aclaro que lo que viene a continuación no es chiste: En Transformers: La Venganza de los Caídos tenemos robots que lloran, robots que se le suben a la pierna a Megan Fox, robots viejos con bastón, robots con pelotas (y sí, me refiero a testículos), robots que escupen dientes después de recibir una trompada. Carajo, hay dos robots que tienen aspecto de simio, orejotas, hablan con slang, son medio tarados y no saben leer, y hasta tienen un diente de oro… Muéranse de envidia, dibujitos racistas de Walt Disney! ¡También hay robots fetos! Y si por si esto les parece poco, hasta hay robots ángeles, en lo que supongo será el cielo robot…

¡Aleluya!
Y seguro me quedo corto, porque esto lo estoy soltando según me acuerdo…
La historia comienza con Sam preparándose para ir a la universidad, y poniendo en marcha una subtrama aburrida e irregular sobre su amor por Mikaela. Cuando se va a poner su buzo de la suerte, el que uso en la batalla final de TF1, se cae un cachito del cubo que quedó ahí… Esto tiene el doble efecto de alterarlo dándole visiones, y a la vez creando varios robogremlins, que Bumblebee despacha.
Este trata de matar a Megan Fox (no es joda)
Mientras, los otros Autobots están trabajando con los militares, combatiendo ataques Decepticon, que tratan de mantener en secreto. En uno de estos ataques, justo antes de que Optimus le vuele los sesos al Decepticon (en serio, piensen en Homero diciendo “Te veré en el infierno, plato mugroso”), escuchan hablar del regreso de “El Caído”. Como los ataques de los decepticons no se detienen, uno del gobierno, haciendo uso de la táctica “Lex Luthor contra Superman” empieza a tratar de culpar a los Autobots de ser la causa de que los Decepticons estén en la Tierra. Este tipo justo aprovecha que están hablando por satélite (que se suponía no daba ni para mostrar la cara de Prime por cuestiones de seguridad) para contar todo secreto posible, y así los Decepticons descubren donde esta Megatron, y un cachito del cubo con la chispa. Capturan la chispa, reviven a Megatron, y comienza el tole tole… Megatron vuelve a la luna, o donde corno sea en el espacio, donde está la base Decepticon. Entonces, descubrimos que Darth Vader no es el malo más maloso, sino que le responde a Palpatine… quiero decir, Megatron no es el líder Decepticon (olvídense de la primer película), sino que el jefe es El Caído, quien le informa que el poder no venía del cubo, sino que era un contenedor, que una vez destruido, pasaba el poder a otro recipiente… Sam.

El Caído, © Paramount Pictures
La historia se hace más complicada, para mal, pero tengo que cortarla en algún lado…
Otros aspectos de la película no son muy alentadores tampoco… El nivel de tonterías en cuanto a los robots es un reflejo de lo tonta que es la película en general, con un humor de nene de 10 años, puramente dependiente de la acción y minas buenísimas.
Y aunque en el apartado mujeres la película entrega buena mercadería, en cuanto a la acción que tanto necesita para tratar de ignorar los problemas de historia, es muy pobre. Como antes, se hace más que difícil distinguir a los Transformers, exceptuando a Prime, Bumblebee o algún otro. Los movimientos de cámara juegan en contra, girando, mostrando planos demasiado cercanos que no dejan ver qué pasa, y realmente los únicos momentos en que se puede seguir la acción es cuando se muestra en cámara lenta. Para peor: la edición es pésima y muchas veces se pierde la continuidad en estas escenas… Pero bue, es un pequeño problema de edición, comparado a escenas en que los personajes están en dos lugares a la vez (¡chupala, Esperando la Carroza 2!).
¿Por el lado positivo? Poco… las actuaciones de Shia Lebouf y Megan Fox. Como antes, Shia la rema mucho, aunque esta vez no hace un papel tan bueno. Megan, por otro lado, hizo un papel soso en la primera entrega, pero ahora muestra un gran progreso. Desgraciadamente, mucho de esto no se nota, porque los diálogos son terriblemente malos y acartonados. El elenco tiene realmente muy poco con que trabajar.
Así es la cosa, una película para señalar a la pantalla y reírse… Felicidades, Dragonball Evolución, tuviste un hermanito.
Puntaje: 3/10, y le sube un punto a Terminator Salvation.

Algunas ideas para la secuela...