Te voy a hacer un favor: te doy permiso para llorar. No es que piense que tengo poder de decisión en eso, es que probablemente seas de las personas que tratan de contenerse cuando se emocionan. Y casi con seguridad, tu intento de contenerte no va a pasar de un triste intento. Asi que, la resistencia es inútil, salvo que tengas una piedra en lugar de corazón, en cuyo caso, tenes un 50% de probabilidades de terminar como Arnold al final de Terminator 2 diciendo "Ahora sé porque ustedes lloran"
Marley y yo es una historia autentica de amor autentico. Es autentica en la forma que esta presentada, y no hablo de "mostrar lo amargo así como lo dulce" que probablemente te imaginas. Hablo de que, si compartís, o alguna vez compartiste tu vida con un perro, te vas a pasar una gran parte (sino toda) de la película identificándote con montones de situaciones. Marley es el peor perro del mundo, como todos
Y es sobre amor autentico, porque el tema de la película es sobre ese amor que uno tiene por un familiar, hijo, hermano, perro que no es perfecto y nos trae dolores de cabeza. Ese amor con problemas. Sacrificios, trabajar en algo que no te gusta, dejar de trabajar en lo que si te gusta, limpiar caca hedionda, reemplazar cosas que te rompieron jugando, no dormir por el llanto... Esos problemas que no se deben ni pueden resolver tratando de que desaparezcan, porque no son problemas como si son parte de cada uno. Son consecuencias de convivir. El amor no es facil, solo es hermoso.
Así que Marley y yo es una historia sobre amor familiar, muy emotiva por lo identificables que son los personajes y situaciones muy bien escritos e interpretados. Todos hacen muy bien su papel, y los diálogos son muy agradables y dinámicos.
Anda al cine, enamorate de Marley. Y te repito, no te contengas. Es inútil. Vas a tener suerte si te contenes cuando le cuentes a tus amigos que tal es la película, ni hablar frente a la pantalla en el anonimato de la oscuridad de la sala de cine.