Dirigida por David Ayer
Con Jason Statham, Michael Peña, David Harbour, Noemi González
Guion de Ayer y Sylvester Stallone
Otra entrada para la gloriosa lista de películas del género "No saben con quién se metieron". En este caso, Jason Statham interpreta a Levon Cade, un exmilitar británico que ahora trabaja como albañil o algo así en una obra, e intenta llevar una vida tranquila. Todo bien hasta que la hija de su jefe desaparece y, como suele pasar, alguien tocó la alarma equivocada. A partir de ahí, empieza el clásico raid de piñas, tiros y amenazas secas que sólo Statham sabe dar.
La película arranca con una escena que parece prometer otra cosa: unos malvivientes hacen de las suyas en la obra donde trabaja Cade, buscando problemas y armando lío. Uno pensaría que con ese título (A Working Man), la historia iría por ese lado: tipos que se meten en territorio obrero sin saber que uno de ellos es una máquina de matar con casco.

"Calcularon mal la cantidad de patadas que hace falta, hay que pedir"
Pero no. Esa subtrama desaparece sin mayor relevancia, y todo deriva rápidamente en una historia de trata de personas, mafiosos rusos y una red criminal que no tiene nada que ver con los bravucones de la construcción. Da la sensación de que, en algún momento, alguien metió mano en el guion y lo reescribió por completo, pero se olvidaron de borrar el comienzo.
En paralelo, hay una subtrama que le aporta algo de corazón al personaje: Cade es viudo y está perdiendo la custodia de su hija, que vive con su abuelo materno adinerado, un tipo con más abogados que afecto. Cade, como buen laburante, no tiene con qué bancar la pelea legal y hace lo que puede, en una línea que recuerda a Halcón (Over the Top, también escrita por Stallone), pero cambiando las pulseadas por patadas en el pecho.

El Transportador 48: Over the corralón
¿Y cómo se resuelve esto? Bueno... más o menos. En medio del caos, los rusos se enteran de quién es Cade y deciden ir por su familia. Le prenden fuego la casa al abuelo (con él adentro), Cade lo rescata del quilombo que él mismo trajo, y mágicamente hacen las paces. Todo bien, a otra cosa. La nena queda al cuidado del amigo ciego (que como vive en el medio de la nada y parece que fuera del sistema nadie la va a buscar ahí), mientras la justicia stathamiana continúa su curso a pura piña.

"Jefe, aca va a haber que romper"
La acción está bien filmada y la película tiene la decencia de durar lo justo, sin intentar estirarse para ser algo que no es. Eso sí, en algunas escenas de combate cuerpo a cuerpo, hay cortes de más. Da la sensación de que al amigo Statham lo están ayudando un poco desde la edición para completar los movimientos, pero aún así se disfrutan.
No hay sorpresas ni vueltas de tuerca. Esto es cine pochoclero honesto, ideal para dejar el cerebro en la puerta y ver cómo el tipo equivocado termina de rodillas.

Labura bien, pero te arranca la cabeza
- Una de acción, sin complicaciones ni super sermones
- Dura lo que tiene que durar una peli normal
- Statham se dedica a lo suyo.
- La historia tiene varios elementos desconectados
- Algún corte innecesario en las escenas de pelea.
- La escena inicial, que parece parte de otra película y queda colgada.
- La resolución familiar, rápida y funcional, pero algo apurada.
Rescate Implacable es una película sencilla, directa y entretenida. Una más de esas donde alguien comete el error de meterse con el tipo equivocado y lo paga caro.
Es una película para dejar el cerebro en la puerta, pero —a diferencia de otras con "capacidades narrativas diferentes"— cuando termina y el cerebro vuelve a su lugar, las instalaciones están en orden para continuar con su uso normal.
3.5/5
Porque para el obrero repartidor de justicia, no hay feriado, vacaciones o huelgas.